De todas formas tenía que llegar al liceo, por lo que continué caminando, paré en el autoservice a comprarme una coca y todo cambió de blanco y negro a color, allí estaba ella. Hermosa, como siempre, llevaba su cabello suelto y húmedo y estaba a punto de pagar un helado. Y yo, estaba sin reacción, inmóvil frente a la heladera de los resfrescos interrumpiendo el paso de dos señoras. Cuando por fin tuve consciencia sobre mis actos, pagué la botella y me fui, más que feliz, porque la había tenido más cerca que de costumbre, y lo que aún era mejor, nos habíamos mirado (varias veces). Sí, suena bastante imbécil el hecho de que me alegraba solo con intercambiar miradas, pero era cierto.
El día transcurrió bastante rápido, me faltaron dos profesores y había tenido 3 horas libres (ya que eran dos horas de una de las materias) que dediqué para hablar con mi mejor amiga , Jassmin. Ella era la única que sabía de mis sentimientos hacia la chica de la plaza de la cual aún desconocía el nombre. Jassmin estaba pasando por un momento bastante feo en su vida, habían internado a su abuela por problemas en la salud y no era la misma que antes, obviamente. Estaba más decaída y aunque nunca perdía su sonrisa, yo podía notar la diferencia. Sin embargo, ella siempre hacía presencia cuando la necesitaba y si bajo alguna circunstancia yo me encontrara más triste que ella, nunca me faltaría su apoyo, sus ganas de levantarme el ánimo o uno de sus abrazos...
Pasé muchas cosas con ellas, pero ya habrá tiempo de contarlas, ahora volveré al "gran tema". Hablando con mi amiga, que se había contentado bastante con que yo rompiera la promesa me hizo notar que nunca llegaría a nada con pasar por la plaza y verla, tenía que actuar.
Era más que claro que la chica con la cual soñaba no iba a hacer nada. Primero, yo ni sabía que pensaba de mí, segundo, parecía ser bastante tímida y tercero quizás tan solo creyera que soy un chico del barrio y con eso lo más lejos que podría llegar es a que me dijera buenos días todos los días. Lo que Jassmin me aconsejó, aunqe no fuera mi estilo, era gritarle algo cuando la viera en la calle, algo que revelara que me parecía hermosa.
Pasé muchas cosas con ellas, pero ya habrá tiempo de contarlas, ahora volveré al "gran tema". Hablando con mi amiga, que se había contentado bastante con que yo rompiera la promesa me hizo notar que nunca llegaría a nada con pasar por la plaza y verla, tenía que actuar.
Era más que claro que la chica con la cual soñaba no iba a hacer nada. Primero, yo ni sabía que pensaba de mí, segundo, parecía ser bastante tímida y tercero quizás tan solo creyera que soy un chico del barrio y con eso lo más lejos que podría llegar es a que me dijera buenos días todos los días. Lo que Jassmin me aconsejó, aunqe no fuera mi estilo, era gritarle algo cuando la viera en la calle, algo que revelara que me parecía hermosa.